Fue quizá la noticia más destacada de la semana pasada. Aunque sus directivos y los problemas de suministro de chips decían que era poco probable que llegara tan pronto, este octubre podremos adquirir y empezar a disfrutar de una Raspberry Pi 5 mucho más potente que a la vez será más eficiente y no se calentará tanto como su antecesora. Como pasó con la de 2019, llegará con una versión actualizada de Raspberry Pi OS, pero ese no será el único sistema operativo que podremos usar desde el principio.
Canonical era de los pocos que sabían con certeza que las Raspberry Pi 5 estaba en camino, hasta el punto de que tuvieron acceso a ella antes de su lanzamiento. Así que han tenido tiempo más que suficiente para preparar su imagen, y Ubuntu 23.10 soportará la RPi5 desde el primer día. Si vale la pena o no es lo que vamos a intentar explicar ahora mismo.
¿Merece la pena Ubuntu en la Raspberry Pi 5?
En las pruebas que hice yo en el pasado con sistemas operativos de escritorio para RPi4, las primeras impresiones eran malas. Parecía que todo iba muy lento, no siendo la mejor opción si se quería usar la pequeña placa como equipo de escritorio. Más adelante comprobé que era cosa mía, o de las tarjetas microSD que solía usar.
Tiempo después, porque compré un USB 3.2 que rendía mucho mejor, probé Ubuntu instalado en él y todo cambió. Sí, se puede usar, y rinde bien Ubuntu y cualquier otra distribución con una versión adaptada para la Raspberry Pi. Y os estoy hablando de la 4B; la Raspberry Pi 5 es mucho más potente, y con esto ya tenemos clara parte de la respuesta.
Sólo hay otro punto a tener en cuenta a la hora de decidir si merece la pena o no, y es la arquitectura. En un equipo de escritorio (x86_64), podemos ir a cualquier página cuyo software esté en AppImage y funcionará, ya que éstas están diseñadas sobre todo para que funcionen en esa arquitectura. Lo mismo con la mayoría de paquetes DEB, RPM e incluso muchos, por no decir casi todos/todos, los flatpak y snap.
Podemos encontrarnos con problemas si queremos usar software como Widevine para ver o escuchar contenido protegido, aunque siempre existe la posibilidad de usar el paquete para Chromium. Para otras cosas, sencillamente no podremos a no ser que lo modifiquemos por nuestra cuenta o encontremos algo que cualquier desarrollador haya querido preparar para las famosas placas de la frambuesa.
Raspberry Pi OS, la alternativa oficial
Aunque no tiene nada que ver con lo que motiva este artículo, no podemos dejar de hablar de Raspberry Pi OS como uno de los trajes que mejor le quedan a las Raspberry Pi. A mediados de octubre lanzarán la versión basada en Debian 12, y es en el sistema operativo oficial en donde hemos visto los primeros parches para solucionar los problemas de compatibilidad. Por ejemplo, el soporte para Widevine llegó en forma de parche «directo» en Raspberry Pi OS, con lo que se pudo dejar de hacer el truco de Chromium.
Hay otras cosas, y me estoy mordiendo la lengua para no decir qué porque no es algo legal, que sencillamente funcionan en «Raspberry Pi», y lo hacen en la versión principal que es la de 32bits.
Pero por todo lo demás, Ubuntu sí puede servir para usarlo de equipo de escritorio en la Raspberry Pi 5. Funcionará con solvencia, se puede instalar Visual Studio Code, Kodi, reproducir contenido protegido de una u otra manera, y disfrutar de todas las novedades más actualizadas que las que usa un Raspberry Pi OS que se basa en Debian y su filosofía conservadora.
Disponible el 12 de octubre…
… o pocos días más tarde. Ubuntu 23.10 Mantic Minotaur llegará de manera oficial el próximo jueves 12 de octubre, y junto a él lo harán el resto de sabores oficiales. Los que ofrecen una versión para Raspberry Pi deberían lanzarla el mismo día, aunque no pasaría nada si la de la Pi 5 se retrasara unos días porque se podrá a la venta a finales de este mes (ya aparece como agotada en algunas tiendas).