2021 pinta como un año no demasiado bueno para las tecnológicas. Ayer les hablaba de las demandas de fiscales estadounidenses contra Google y hoy toca hablar de una novedad en la batalla legal de Epic Games contra Apple.
Podría ser uno de esos juegos de guerra de tablero solo que en lugar de dados y fichas se juega con escritos y abogados en todas las regiones del mundo.
Epic Games contra Apple ¿Cómo empezó la historia
Todo empezó el año pasado cuando para eludir la comisión del 30% que exigían Google y Apple Epic decició incluir dentro de Fornite una opción de pago que evitaba el de las tiendas de aplicaciones.
Fornite, lanzado originalmente en el año 2017 incluye diferentes modos de juego independientes que comparten un mismo motor y mecánica de juegos. aunque originalmente es gratuito incluye algunas prestaciones de pago.
La respuesta de Apple y Google a la decisión de Epic fue retirar Fortnite de sus respectivos mercados, alegando que la empresa había incumplido las obligaciones contractuales asumidas al participar en estas tiendas de aplicaciones.
Epic a su vez contraatacó presentando demandas contra Apple y Google en Estados Unidos, acusando a los gigantes tecnológicos de llevar a cabo prácticas anticompetitivas y monopolísticas debido a sus estructuras de comisiones del 30%.
En la demanda, la compañía afirmó:
Apple se ha convertido en lo que antes criticaba: el gigante que busca controlar los mercados, bloquear la competencia y sofocar la innovación. Apple es más grande, más poderosa, más arraigada y más perniciosa que los monopolistas de antaño. Con una capitalización de mercado de casi 2 billones de dólares, el tamaño y el alcance de Apple superan con creces el de cualquier monopolista tecnológico en la historia»,
A continuación Epic Games presentó demandas similares en varias jurisdicciones incluyendo Australia, la UE y el Reino Unido- que plantean acusaciones similares.
Un contratiempo con sabor a victoria
La demanda en el Reino Unido fue desestimada, pero no porque el tribunal pensara que no existían prácticas monopólicas. Según la Corte, aunque la filial británica proporciona investigación y desarrollo y otros servicios técnicos a otras divisiones dentro de Apple, eso no incluye soporte para cuestiones tecnológicas o relacionadas con sistemas. En otrs palabras, en territorio de Su Majestad no se decide que aplicaciones ingresan o pueden permanecer en la tienda de aplicaciones.
Sin embargo, no todo fue malo para Epic ya que el juez consideró que de no ser por ese detalle el caso hubiera podido procesarse en los tribunales británicos.
Australia
En el caso australiano un juez había desestimado el caso basado en un tecnicismo legal conocido como «jurisdicción exclusiva». Las cláusulas de jurisdicción exclusiva impiden que ciertos juicios sigan adelante en un tribunal australiano si el mismo caso se estuviera juzgando en otro país.
En respuesta al pedido de apelación de Epic, tres jueces del Tribunal Federal consideraron que el primer magistrado se equivocó al conceder la suspensión del pleito, ya que se trata de cuestiones fundamentales de interés público en relación con la conducta llevada a cabo en un submercado australiano y afecta a una empresa australiana que no es en sí misma parte de la cláusula de jurisdicción exclusiva. Además, manifestaron que el interés público tiene prioridad sobre las cláusulas de jurisdicción exclusiva.
Los jueces consideraron que limitar a Epic Games a litigar este procedimiento en los Estados Unidos privaría a la empresa de una ventaja forense legítima que podría presentarse al litigar con las leyes australianas.
Por su parte, Apple no se está quedando de brazos cruzados.
La empresa de la manzana presentó una citación contra Valve solicitando información sobre las ventas anuales de la compañía, sus ingresos y los precios de las aplicaciones de la tienda Steam. No es que Valve sea parte en el mercado. Apple dice que pide esta información porque afirma necesitarla para calcular el tamaño del mercado y fundamentar sus argumentos de defensa.
Valve aceptó presentar documentos sobre su cuota de ingresos, la competencia con Epic, los contratos de distribución de Steam, y otros aspectos de su negocio. Sin embargo no entregó información sobre precios por considerar que era confidencial y difícil de reunir.
Aunque es prematurlo afirmaro, creo que podemos esperar con cierto optimismo el fin de las tiendas monopólicas de aplicaciones.