El Banco Central Europeo subestima a las criptodivisas.

El Banco Central Europeo subestima a las criptodivisas. Recientemente afirmó que no son amenaza actualmente para la estabilidad financiera en la zona euro. Pero, aunque sin demostrar entusiasmo, no le cierra la puerta a su utilización.

Todo esto lo afirmó en su último documento sobre el tema que se publicó el viernes. En el mismo, el BCE dijo que el valor combinado de los activos criptográficos es pequeño en relación con el del sistema financiero. Además sostuvo que los vínculos del sector financiero con las criptodivisas siguen siendo limitados. Hay bancos en la UE que no parecen tener activos criptográficos dignos de tener en cuenta.

Las criptodivisas no son dinero

El Banco Central Europeo piensa que en la actualidad las criptodivisas no desempeñan las funciones del dinero. El número de comerciantes que operan con ellas es bajo.  La entidad tampoco registra un impacto tangible en la economía real o en la política monetaria.

En las propias palabras del documento:

La alta volatilidad de los precios de los activos criptográficos, la ausencia de respaldo de los bancos centrales y la limitada aceptación entre los comerciantes impiden que los activos criptográficos se utilicen actualmente como sustitutos del efectivo y los depósitos, y hacen muy difícil que los activos criptográficos cumplan las características de un activo monetario.

También hace una reflexión sobre la reciente volatilidad de este tipo de valores. El BCE dice que podrían volverse menos volátiles si estuvieran garantizados por las reservas de los bancos centrales. Pero, la cosa no es tan fácil. Hacer esto podría plantear nuevos problemas. Según el mismo documento:

«Esta colateralización podría dar lugar a una demanda adicional de reservas del banco central, lo que podría tener implicaciones para la política monetaria y su aplicación».

¿Habrá un Bitcoin europeo?

El Banco Central Europeo no descarta emitir su propia moneda digital. Aunque, a decir verdad tampoco muestra mucho entusiasmo en hacerlo por el momento. En principio, una criptodivisa europea podría diseñarse como un activo fácil de usar y libre de riesgos que satisfaga la demanda del público de una economía digitalizada y segura», dice el banco central.

A decir verdad, Mario Draghi, presidente de la entidad si lo decartó. En su momento dijo que el BCE no ve ninguna «necesidad concreta» de emitir una versión digital del euro. También manifestó su impresión de que las instituciones financieras de la UE no parecen estar tan entusiasmadas con las criptocurrencias como el público

Fuera del marco regulatorio

Los criptoactivos también quedan fuera del ámbito de aplicación de la actual regulación de los servicios de pago de la UE. Además, bajo el actual régimen regulatorio, los activos criptográficos «difícilmente pueden entrar en las infraestructuras de los mercados financieros de la UE (MFUE).

Citemos de nuevo el documento:

Los criptoactivos no pueden utilizarse para realizar liquidaciones monetarias en los MFUE de importancia sistémica.El problema es que no pueden considerarse valores.

Los depositarios centrales de valores (DCV) no podrán proceder a la liquidación de activos cifrados. Incluso si los bancos centrales compensaran productos basados en criptoactivos , éstos tendrían que ser autorizados y cumplir los requisitos reglamentarios existentes. Aunque esto implicaría costos adicionales y sin beneficios claros para la economía de la Unión Europea

Sin embargo, concluye que los riesgos o las posibles implicaciones de la tecnología son «limitados y/o manejables sobre la base de las necesidades existentes en el mercado…».
marcos regulatorios y de supervisión».

¿Por qué digo que subestima las criptomonedas?

Es cierto que los banqueros tienen que ser conservadores. La tecnología de cadena de bloques es algo relativamente nuevo, y se han registrado problemas de seguridad. Pero, en mi opinión se trata de una decisión política.

El uso de criptodivisas tal cuál está planteado significa una perdida de control. Sería un algoritmo y no los políticos el que decidiría el tamaño de la base monetaria.

De todas formas hay mucho que hacer en materia de seguridad. El gran desafío es como lograr un grado adecuado de control sin caer en los mismos defectos del sistema monetario actual.