La reciente noticia sobre los agujeros de seguridad en el programa KMail han hecho que muchos usuarios abandonen el cliente de email de KDE, a pesar de seguir utilizando Plasma o aplicaciones KDE. Pero, entre aquellos que aún siguen con KMail se están pensando si KMail debe de seguir siendo la aplicación de email del Proyecto KDE.
Es por ello que están saliendo voces apoyando a la aplicación KDE Kube. Voces que piden que sea la aplicación por defecto para gestionar nuestros emails, calendarios y contactos. Sin embargo, esto no es nada oficial.
KDE Kube se presentó a principios de año y prometía ser un centro de comunicación completo y versátil para el usuario actual. Pero aún no contaba con ninguna versión estable. Meses después, con cada desarrollo, los usuarios se han convecido del éxito de la herramienta y de cómo posiblemente sustituirá a KMail.
KMail es una aplicación orientada a gestionar el email desde el escritorio Plasma. Esta herramienta ha permanecido en KDE casi desde sus inicios y eso significa que es una herramienta antigua. En algunos casos se ha convertido en una herramienta desfasada que a muchos usuarios no termina de convencer. El agujero de seguridad no ha sido grave, pues muchos usuarios y hackers desconocían este agujero de seguridad pero si que ha profundizado en la situación de que KMail se ha convertido en una herramienta desfasada.
KDE Kube en cambio es una herramienta reciente. Eso ha hecho que la adecuación de email, calendarios, contactos y notas sea algo fácil y rápido de hacer. La aplicación es como un centro de comunicación, un centro en el cual tenemos toda la comunicación del pc sin abrir otro programa o sin utilizar complementos. Además el programa funciona de manera offline, algo que no todas las apps de móvil pueden hacer.
Personalmente no me gusta KMail, nunca me ha gustado. Y sobre KDE Kube he de decir que el hecho de no ser estable aún, me hace pensar mal. Pero, si he de elegir, me quedaría con KDE Kube. KMail se ha quedado obsoleto al igual que Evolution o Thunderbird. Pero es mi impresión personal ¿ Vosotros con cuál os quedáis? ¿ Con KDE Kube o KMail?
Apoyó a kde Kube a pesar que no lo he utilizado kmail no me convenció jamás
Thunderbird, obsoleto o no, al menos se actualiza regularmente, y es rápido, estable y seguro, yo uso Thunderbird bajo GNU/Linux o Windows porque me es más cómodo abrir una aplicación y ver mis correos rápidamente, que poner las credenciales (o almacenarlas) en mi navegador web, ya que limpio regularmente el historial, y no permito que se almacene ninguna contraseña en el navegador web por seguridad.
En mi opinión, la complejidad o posibilidades (depende de cómo se mire) que te da KDE es una ventaja y a la vez su talón de aquiles, el entorno se actualiza, pero no hay tantas manos atentas al software que tiene alrededor, lo mismo le pasa a Gnome, y claro eso implica que aunque el entorno de escritorio sea seguro, no lo son tanto las apps que vienen con él. Quizás ahí ambos entornos deberían plantearse ser más modulares, y que algunos programas no sean dependendias del entorno y las distros igual, y no englobarlo todo en un metapaquete, o al menos dejar elegir como hace Debian.
¿no será que el correo electrónico es el que se esta quedando obsoleto?
yo uso evolution y realmente es muy completo, aunque últimamente me esta dando problemas el corrector ortográfico. Y cuando administras muchas cuentas de correo se pone un poco lento para arrancar y cerrar.
Ahora si, la integración entre Gnome + gmail + evolution es genial LOL
Los argumentos son de peso. Kmail «ha permanecido en KDE casi desde sus inicios y eso significa que es una herramienta antigua». Frente a esto «KDE Kube en cambio es una herramienta reciente».
Es decir, hay que deshacerse de lo «viejo» y «desfasado» y abrazar lo «nuevo» y «moderno». La usabilidad, tecnología, arquitectura, etc… ¡eso son bobadas!
Utilizo Kmail en mi escritorio GNU/Linux y Thunderbird en mi escritorio Windows. Me convence más, sin dudarlo, Kmail. He probado otras herramientas más «modernas» que no me han dado la versatilidad y potencia de las «antiguas»; pero quizá yo también esté desfasado.