Erle Robotics nos hace una previsión del futuro de la robótica

Ya hemos escrito varios artículos sobre la startup española Erle Robotics, que a pesar de su juventud ya ha dado mucho de que hablar en este sector. Ahora vuelve a saltar a la palestra por un informe sobre la previsión del futuro de la robótica y un repaso a las investigaciones que han estado realizando. Un campo que es presente y será aun más futuro, dando en éstos últimos tiempos pasos de gigante en el desarrollo de estas entidades.

La robótica es una rama  que integra muchas ramas de la ingeniería o disciplinas tecnológicas, como son la mecatrónica, computación, y electrónica, que integradas posibilitan la creación de robots. La evolución de esta rama ha conducido desde imaginar hace siglos la construcción de autómatas que nos facilitasen la vida, hasta la actualidad en la que los robots y/o la inteligencia artificial ya forman parte de la vida cotidiana de muchos de nosotros. Y quién sabe lo que podrán llegar a hacer en un futuro…

Desde LxA no podemos olvidar a pioneros como el español Leonardo Torres Quevedo, o la actual Erle Robotics, que ha heredado este interés por la innovación y han vuelto a poner a España en la vanguardia de este campo que mueve miles de millones de euros en inversión, y que continuará creciendo en cifras económicas e interés por su relevancia. Por eso, compartimos contigo este repaso a la historia de la robótica para que conozcas un poco más del pasado, presente y futuro.

Generación 0-1: primeros pasos

Desde los primeros autómatas sencillos descritos en los trabajos de Herón de Alejandría en el siglo I a.C., pasando por los teoremas de  Leonardo Da Vinci en el siglo XV, el acuñado del término «robot» (derivado de la palabra checa ‘robota’ que significa trabajo forzado) gracias al escritor checo Karel Ĉapek, los avances de computación realizados con las primeras maquinas propiciadas por la Segunda Guerra Mundial y las Tres Leyes de la Robótica de Isaac Asimov de los años 40, hasta la llegada del primer brazo robotizado programable digitalmente de General Motors para mejorar la productividad en factorías…

Generación 2: dándoles sentidos

En los autómatas o robots de la primera generación, simplemente había componentes electrónicos y mecánicos para crear aparatos que automaticen tareas. Sin embargo, con la llegada de la segunda generación se comienzan a implementar los «sentidos» de los robots, incluyendo sensores de diferentes tipos para que sean capaces de captar ciertos parámetros ambientales o magnitudes para que pudiesen reaccionar a estos «estímulos» de su entorno para ofrecer respuestas más refinadas según los diferentes escenarios que sen encuentren. En definitiva, se hacen más humanos…

Generación 3: ¡llega el baby boom!

A pesar de las bondades de los robots, el verdadero renacer de la robótica no comienza hasta los años 80. Las compañías comienzan a invertir grandes cantidades de dinero en ellos y sus ventas para trabajos industriales y domésticos se disparan. La maduracion del mundo de la informática, así como de la electrónica, permitieron usar estos avances para crear mejores robots y que estos fuesen reprogramables. Especial relevancia toma la llegada del kernel Linux y H-ROS, ampliamente utilizados en el sector.

Tanto éxito tuvieron, que a finales de los 90 comienzan a aparecer los primeros kits de juguetes robotizados, como Mindstorms de LEGO y otros muchos proyectos similares de la competencia. También aparece AIBO, un robot de Sony dedicado al ocio. Esos hitos hacen que la robótica no solo sea vista como una herramienta para facilitar la vida, sino también como dispositivos para el entretenimiento.

La estandarización y los frameworks comienzan a cobrar importancia para unir los esfuerzos de la industria y reducir las inversiones. Además, se comienzan a crear los primeros lenguajes de programación especialmente pensados para robótica.

Generación 4: hágase la luz…

Y la luz se hizo… Aún muy verde, pero las investigaciones de Inteligencia Artificial, el gran salto de la computación y las redes neuronales artificiales (el mundo biológico comienza a ser inspiración para crear robots más parecidos a nosotros),  comienzan a dotar a los robots de cierta inteligencia en el siglo XXI. Los robots no solo tenían movimiento y esos «sentidos» de los que hablamos, también fueron dotados de inteligencia para ser aún más autónomos e independientes. Su dependencia del ser humano comienza a reducirse, y no solo eso, también eran capaces de aprender para enfrentarse a las circunstancias de una mejor forma.

Desde mi punto de vista, la robótica e IA se democratiza, y es que se ha extendido a prácticamente todo el mundo. Todos disponemos de asistentes virtuales en nuestros smartphones, y hacemos uso de otros sistemas que dependen de IA, como traductores, sistemas de predicción, drones, y otros robots domésticos, etc. Un nuevo y mayor mercado que hace que cada vez más empresas estén interesadas en la robótica y en ofrecer este tipo de servicios.

Generación 5: el futuro

Y esto solo es el comienzo, ya que espera un futuro prometedor en el que se pondrá aún más énfasis en la IA y la mejora del hardware. Así que vendrán exoesqueletos que doten a los humanos de mejores facultades físicas o los ayuden con lecciones físicas o medulares para darles movilidad, las viviendas estarán aún más robotizadas, podrán ocupar muchos más puestos de trabajo que por el momento es imposible, capaces de realizar algunas tareas de riesgo, más robots para servicios civiles (seguridad, atención a clientes, medicina,…), transporte, coches autónomos, aviones con pilotos artificiales, etc. ¡Quién sabe si dentro de unos años abres la puerta y el repartidor no es humano!

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