Si has llegado a un nivel medianamente avanzado en Linux, entonces indudablemente has tenido que compilar el kernel, algo que para los principiantes suena casi aterrador pero en realidad no reviste mayor dificultad, teniendo las debidas precauciones claro está.
Pero hay otras formas de modificar el comportamiento del núcleo de Linux, por ejemplo mediante la modificación de archivos en directorios como /proc o /sys, y otra bastante más directa aún es la de añadir parámetros al kernel cuando iniciamos Linux, desde GRUB, y lo que vamos a ver ahora es como hacerlo en Debian y derivadas (Ubuntu, Linux Mint, etc).
Para eso añadimos los parámetros del kernel al archivo de configuración de GRUB, que es /etc/default/grub, lo cual hacemos mediante el siguiente comando:
sudo -e /etc/default/grub
o reemplazando gedit con nuestro editor de preferencia (vim, nano). Lo que tenemos que hacer es añadir parámetros a la variable GRUB_CMDLINE_LINUX_DEFAULT, los cuales deben tener la forma ‘nombre=valor’. Por ejemplo ‘loglevel=3’, que indicará al kernel registrar únicamente los errores no críticos, advertencias, normales y debug (es decir, se registra desde el nivel que le indicamos hacia arriba). O ‘noexec=on’, que activa el mapeado de sectores de memoria como no ejecutables, las posibilidades son muchísimas y en este enlace tenemos una explicación muy completa de todas ellas.
Una vez que hemos terminado actualizamos la configuración del kernel, para lo cual ejecutamos:
sudo update-grub
Más información – MATE llegará a los repositorios de Debian
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